martes, 13 de marzo de 2012

Agujeros negros

Meto en Google “agujero negro” y encuentro la definición que da Wikipedia: es una región finita del espacio-tiempo provocada por una gran concentración de masa en su interior, con enorme aumento de la densidad, lo que genera un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera los fotones de luz, pueden escapar de dicha región. Luego explica más, pero con esta definición ya lo tengo claro. Sí señor, lo que tengo yo en mi casa es un agujero negro: si ni los fotones de luz escapan a un agujero negro, ¡¡cómo van a escapar todas las cosas que me desaparecen!!

Sí, incomprensiblemente los científicos prefieren estudiar los agujeros negros que hay en el Universo, los cuerpos celestes, en lugar de dedicarse a investigar los agujeros negros que tenemos en nuestras propias casas. Da igual lo ordenado que seas, da lo mismo que tengas todos los papeles importantes y documentos vitales archivados, que hayas desarrollado un sistema organizado por el cual “cada cosa tiene un sitio”, no importa… el agujero negro siempre consigue engullir lo que tú necesitarás antes o después.

Que dicen de la guardería que no firmaste la autorización para no sé qué. “Ah, pues se quedaría con los otros papeles de la guardería, te la traigo mañana”. Vas al archivador de acordeón que casi todos tenemos, miras en la G de guardería, no está el papel. Bueno, pues miras en la C de colegio, podría ser, el papelito tampoco está. Qué raro. Miras en las letras anterior y posterior por si acaso, la F, nada, la H, nada, la B y la D, tampoco contienen el papelito. Repasas todas las letras, miras en cualquier otro tipo de carpeta, archivador o “cosa” que sirva para guardar papeles y nada. Y, como en un caso policíaco, haces una reconstrucción de los hechos, ¿qué hacías tú la última vez que tuviste el papel en la mano?¿A dónde ibas?¿Con quién hablaste?¿Dónde te paraste?... Necesitas pistas que te aclaren qué ha sido del papel. Y aún así, ni rastro.

Cuando por fin claudicas: “De acuerdo, Agujero Negro, has vencido”. Vas a la guardería, pides una copia de la autorización, la firmas y la entregas en el momento, sin llevarte el papel a casa, no sea que vuelva a desaparecer. Eso sí, unos días después cuando ya no lo buscas, e incluso te has olvidado del papelito dichoso, aparece: “Estupendo, ahora ya no te necesito”. ¿Y dónde estaba? Justo en un sitio en el que tú ya miraste cuando lo estuviste buscando.

Y entonces descubres una nueva característica de los agujeros negros de las casas: engullen cosas, pero luego las echan fuera. Retienen las cosas, pero sólo por un tiempo. El tiempo justo para que tú dejes de necesitarlas. Con un problema añadido, que a veces devuelven las cosas al lugar del que las cogieron y otras no. Si la devuelven al sitio en el que estaban, tú dirás: “Pero… ¡¡si ya miré aquí!!”. Y si aparece en un sitio de lo más insospechado, dirás: “Pero… ¿¡qué hace esto aquí!?” Está claro, los agujeros negros funcionan así. ¿Qué hizo durante semanas una toalla entre el somier y el colchón de la cuna de mi hija pequeña? ¿Realmente estuvo allí todo ese tiempo o desapareció y cuando el agujero negro se cansó, la escupió allí?¿Por qué no encontrábamos el prendedor de su chupete si revisamos la funda del alza-silla de la mayor mil veces? ¿Por qué un par de meses después apareció en uno de los bolsillos de esa misma funda? Misterioso.

Otra cosa a tener en cuenta es que los agujeros negros suelen tener aliados. Toda persona ajena a tu "sistema organizado" se convierte en un aliado de tu agujero negro. Y, cabe destacar entre estos aliados, a los niños y a las mascotas. La unión de un agujero negro con uno o más niños o con alguna mascota que se mueva libremente por la casa da lugar a una sinergia por la cual la actividad del agujero negro se dispara. ¿Es posible que un calcetín de una amiga de mi hija mayor esté desaparecido 3 días? ¿Qué ni la mamá de esta amiga ni yo seamos capaces de encontrarlo meneando el edredón y moviendo el colchón? ¿Y que después aparezca, como digo, a los 3 días dentro de la funda del edredón? Inexplicable… Hasta cierto punto, si sumamos un agujero negro activo, con mis dos hijas y la amiguita creo que queda bastante claro. De todas maneras, no hace falta que haya niños en las casas para que los agujeros negros tengas temporadas de alta actividad, que nadie se crea a salvo de esto.

Después de meditarlo, he llegado a la conclusión de que hay una manera de desactivar el agujero negro de una casa: mudarse. Al hacer la mudanza y empezar a sacar cosas de armarios, cajones,… todo aparece, al agujero negro no le queda otra que devolver todo lo que se ha ido tragando. Y si no devuelve todo a su legítimo propietario, seguro que se lo devuelve al siguiente inquilino de la casa. Porque una cosa es que nos devuelva las cosas o esté menos activo y otra que desaparezca, no, eso no es así, cada casa tiene su agujero negro imposible de eliminar.

Pero que nadie se piense que mudándose conseguirá escapar de los agujeros negros. Ya he dicho al principio que no escapan ni los fotones de luz, el nuevo alojamiento viene con agujero negro de serie. Y mucho cuidado con las cajas de la mudanza… cada una tiene su propio agujerito negro. Tú, siguiendo ese maravilloso "sistema organizado" que tienes, escribirás en cada caja lo que contienen “SABANAS”, “TOALLAS Y MANTELES”, “LIBROS PEQUES”,… pero cuando quieras ir a leerles un cuento antes de dormir a tus hijas, irás a la caja “LIBROS PEQUES” y el que buscabas, no estará allí. Lo encontrarás días después cuando abras la caja “JUGUETES”. Nada escapa a los agujeros negros, yo ya lo he asumido.

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