lunes, 5 de marzo de 2012

Tiramisú

Hoy toca una receta dulce. Uno de los postres italianos más conocidos en el mundo y es que es buenísimo. La receta la saqué de www.giallozafferano.it, que es el sitio italiano de cocina que más me gusta. Si queréis ver las fotos de la receta paso a paso, podéis hacerlo en este link ricette.giallozafferano.it/Tiramisu.html.

En esta misma página explican los orígenes del Tiramisù, un tanto inciertos, ya que varias regiones quieren tener el honor de haberlo inventado. Muchas son las leyendas ligadas a este dulce al que incluso se le atribuyeron propiedades afrodisíacas. Así que os pongo la versión oficial y otra que me encanta.

La versión oficial dice que el Tiramisù nace en el s. XVII en Siena cuando algunos pasteleros, para recibir al Granduque de Toscana Cosimo de Medici, decidieron preparar un dulce para celebrar su grandeza. Decidieron que el dulce tenía que reflejar la personalidad del noble: por lo que tenía que ser un dulce importante y gustoso pero a la vez preparado con ingredientes sencillos y, muy importante, tenía que ser estremadamente dulce, ya que Cosimo amaba literalmente los dulces. Así nació el Tiramisù, que entonces se llamó Zuppa del duca, en honor a Cosimo de Medici, que llevó la receta a Florencia y la dio a conocer en toda Italia. La leyenda dice, además, que la zuppa del duca se convirtió en el dulce favorito de los nobles, que le atribuían propiedades afrodisíacas y excitantes: de ahí el nombre de Tiramisù, que en italiano significa "levántame".

Pero la leyenda que a mí más gracia me hace, es la que tiene su origen en la región del Veneto. Cuenta que el Tiramisù se inventó en el restaurante "el Toulà" de Treviso, situado por aquel entonces en las cercanías de un burdel y se servía, precisamente, para "tirare sù" o sea para "levantar".

Vamos con la receta:
Ingredientes:

Cacao en polvo (cantidad suficiente para espolverar el tiramisú)

Café (cantidad suficiente para mojar los savoiardos o bizcochos de soletilla)

Chocolate (virutas para decorar el tiramisú)

Queso mascarpone o requesón (500g)

Huevos (6 de tamaño medio)

Azúcar (120 g + 2 cucharadas para el café)

Savoiardos o bizcochos de soletilla (400 g)

Licor (ron,... opcional, para el que quiera un tiramisú con un sabor más fuerte)


PREPARACIÓN

En primer lugar, preparamos el café, el necesario para mojar los bizcochos, yo suelo preparar una cafetera pequeña. Lo echamos en un cuenco o bandeja, (si se quiere, se le echa azúcar y el chorrito de licor) y dejamos que se temple.

Montamos las yemas de huevo con la mitad del azúcar hasta obtener una mezcla cremosa.

Después trabajamos (no durante demasiado tiempo) el mascarpone con un cuchara de madera o con la batidora hasta obterner una crema sin grumos. Le añadimos, sin dejar de batir, la mezcla de yemas y azúcar preparada antes.

A continuación, montamos las claras a punto de nieve con un pellizquito de sal. Por mi experiencia, si no sois hábiles montando las claras, no montéis las 6. Además, montando unas 3-4, el tiramisú sabrá más a mascarpone que a huevo.

Añadimos el resto del azúcar a las claras montadas, batiendo, y, con una cuchara de madera, las vamos uniendo poco a poco y delicadamente a la mezcla de mascarpone y yemas; así obtendremos la crema del tiramisù.

Cubrimos el fondo de una fuente con los savoiardos o bizcochos de soletilla, lo que encontréis y los mojamos en café; mucho cuidado con este paso, ya que tienen que estar mojados en café, no completamente empapados. Yo suelo ir echando el café con una cucharilla por encima de cada biscochito. Si los dejamos empapados luego el café se mezcla con la crema y el aspecto del tiramisú deja bastante que desear. Lo digo porque me ha pasado.

Echamos sobre los bizcochos mojados con café una capa de crema de mascarpone y la nivelamos con una espátula. Cubrimos la superficie con cacao en polvo.

Colocamos una segunda capa de bizcochos: si los primeros los colocamos en vertical, estos los ponemos en horizontal (o viceversa). Los mojamos con el café y los cubrimos con el resto de la crema de tiramisú. Nivelamos con la espátula.

Cubrimos también esta capa con abundante cacao en polvo y decoramos con la virutas de chocolate. Lo dejamos en el frigo por unas horas y listo. De un día para otro, está muchísimo mejor.

Importante:
Mucho cuidado, sobre todo cuando hace calor, con la frescura de los huevos que utilizamos. Recordad que los usamos en crudo. Para comprobar si un huevo es fresco, basta poner agua fría en una cazuela y meter el huevo, si se hunde hasta el fondo, es fresco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario