lunes, 16 de abril de 2012

Ai se eu te pego, assim você me mata

Esta mañana una de mis amigas había subido a Facebook el video de su hijo de 2 años cantando Ai se eu te pego. Ella asegura que ellos no se la han enseñado. Y yo le creo, porque yo tampoco se la he enseñado a mis hijas y también se la saben. Pero es evidente que hay dos motivos claros por los que el niño de mi amiga, las mías y, quién sabe cuántos niños más, se la saben:
- primero: los niños son esponjas y no se les escapa nada y tiene mucha más facilidad para aprender cantando, así que podríamos componer una canción con, qué sé yo, la Teoría de la Relatividad de Einstein, y tendríamos a todos los peques diciendo que la energía es la masa por la velocidad al cuadrado y demás postulados de la teoría. Así que, hasta cierto punto, no es sorprendente.
- segundo: es imposible no aprenderte algo con lo que te están machacando continuamente en la tele, en la radio, en el hilo musical de las tiendas,... hay que estar desconectado del mundo. Y aunque los peques no vean la tele, ¿quién nos garantiza que en el cole no la escuchen? No tienen escapatoria, jajaja.
Que si nos ponemos a analizar en profundidad la cosa, no sé por qué no se le ha ocurrido a nadie enseñar a los peques algunas casos a base de canciones o echar por la tele, en vez de esos dibujos tan raros que hay ahora (Ben 10, Gormitis,...), cosas más instructivas (míticos dibujos Erase una vez el hombre y todas sus secuelas).

La primera vez que escuché la canción fue hace ya 5 meses, estábamos en Barcelona, de bodas, y, cuando empezó a sonar, todo el mundo pegó un alarido. Yo flipé, en plan, ¿qué pasa?. Luego ya me aclaró una de mis primas que era la canción de moda, que la cantaban Cristiano Ronaldo y los otros futbolistas brasileños. Bien. Volvemos a Italia y esa misma semana vi en un informativo deportivo (no me preguntéis por qué estaba yo viendo un informativo de este tipo, no tengo respuesta) que también los jugadores brasileños del Milan la cantaban en el avión que los llevaba a no sé qué partido. Pues ya estaba hecho el conjuro, hay gente que toca una cosa y la convierte en oro, y que los futbolistas de moda decidan hacer de tu canción, su himno, es la mejor operación de marketing que te pueden hacer. Además, gratis.



Tiene un ritmo pegadizo que te empuja a bailar, hay que reconocerlo. Y hace mucha gracia ver a los niños pequeños canturrearla, sobre todo porque es en portugués (o en brasileño, que nadie se enfade, por favor) y tú te preguntas si tienen mejor don de lenguas que tú que cantas en inglés diciendo "güiardechempiooons" porque la pillan en seguida. Pero llega un momento en que resulta cargante, vale ya, de tanto oírla, empiezas a odiarla. Y es que las canciones de éxito son así, que van de extremo a extremo, o te encantan o las odias, no hay puntos medios. Y además, tengo que añadir que en italiano al éxito del verano lo llaman el tormentone dell'estate, que como podréis deducir, significa precisamente eso, tormento, término que parece mucho más adecuado que el nuestro canción del verano. Porque es así, llega un momento en que deja de ser una canción pegadiza para convertirse en un tormento, una tortura.

Y luego, están destinadas a sonar y sonar para luego caer en el olvido, como dijo el gran Ortega Cano: dura lo que dura dura. Suelen ser flor de un día. Después del tiempo en el que triunfan, pasan a formar parte de esos recuerdos borrosos de nuestro pasado y habitualmente olvidamos el título y el nombre del cantante. Pobre Michel Teló, con esa cara de no haber roto un plato en su vida y su sonrisa perfecta, que con el éxito, hasta su mujer le ha pedido el divorcio, y que dudo mucho que vuelva a verse en una semejante. Le deseo que siga triunfando en Brasil, porque en el resto del mundo, lo dudo, lo siento, pero dificilmente bailaremos por estas latitudes otro éxito suyo. No tiene el carisma de otros que tuvieron canción de éxito y que después han sabido mantenerse. Además, con esa carita que tiene no puede decir "me llené de coraje y le hablé"... pero hijo mío, si necesitas coraje para hablarle, ¿a dónde piensas llegar? Lo que vende es el hombre a lo Pitbull ya tú sabes, que les dice a las tías "tú tienes la boca grande, venga, ponte a jugar", mira a ver cuántos discos ha vendido y con cuántos ha hecho dúos (mejor, cuenta con quién no los ha hecho, que acabas antes) y decide a ver si vas por el camino discográfico correcto. Yo, de momento, creo que a mis hijas les voy a leer más libros, ya que está visto que la música que oyen no la controlo al 100%, al menos que aprendan otras cosas de mi y les pondré los DVD's de la serie Erase una vez el hombre. Y ahora, mientras siga sonando, voy a bailar un rato "ai se eu te pego, aiiiii"

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