sábado, 14 de abril de 2012

Tarta de queso

La tarta de queso me encanta, cuando como fuera, si el camarero canta los postres y dice las palabras mágicas "tarta de queso", ya no escucho más. La mejor que he probado es la que hacían en el Restaurante Azpikoetxe de Legazpia. Hablo de hace ¡¡15 años!! (cómo pasa el tiempo...), por lo que no sé si la gestión la llevan aún las mismas personas. Con mi compañera Belén comíamos allí todos los días y la camarera ya ni nos preguntaba, si había tarta de queso, ya sabía que la queríamos.



He probado varias recetas de tarta de queso a ver si conseguía hacerla igual o acercarme, hasta el otro día en que se me ocurrió fusionar algunas partes de una receta que ya usaba antes y otras partes de la receta del blog "Kanela y limón" http://kanelaylimon.blogspot.com que se hace en el horno, el link es este http://kanelaylimon.blogspot.com/2012/03/tarta-de-queso-cpn-espirales-de-fresa.html. La verdad es que esta vez se parece bastante. Vamos allá.

INGREDIENTES:
600 g de queso Philadelphia
200 ml de nata de montar
5 cucharadas de azúcar
2 hojas de gelatina (cola de pez)
1 lámina de hojaldre redonda
mermelada de frutos del bosque o de arándanos o de fresa...

PREPARACIÓN:

La única complicación de esta receta, si es que tiene algo de complicado, es obtener la base. Quien no esté dispuesto a liarse con la lámina de hojaldre y el horno puede optar por la versión fácil, que explicaré al final de la receta. Precalentamos el horno a 180º. Primero, forramos el molde con papel vegetal o de horno (foto 1). Colocamos la lámina en el molde pegándola bien a las paredes y al fondo (foto 2), el molde que he usado no es el más adecuado, pero en este momento, es lo que hay, jeje. Como el relleno no necesita horno, hay que rellenar con algo para que el hojaldre no suba. En algún sitio vi (o lo mismo lo he soñado) que bastaba poner un plato o fuente de horno adecuada, así que como no tenía uno con el diámetro justo (foto 3) lo que me faltaba hasta completar la base, lo he rellenado con papel de horno. Solución de ir por casa... pero ha funcionado, que es lo importante.



Una vez que tenemos listo el molde con el hojaldre lo metemos al horno unos 15 minutos a 180º o hasta que esté dorado (foto 4). Quitamos la fuente o plato utilizado para contener la subida del hojaldre (ojito, que estará caliente) y dejamos enfriar la base de hojaldre.

Ponemos a remojo en agua fría las dos hojas de gelatina para que se ablande. En un cuenco mezclamos bien el queso Philadelphia, la nata y el azúcar obteniendo una crema homogénea y sin grumos. En un bol con 8 cucharadas de agua, deshacemos la gelatina al baño María o en el microondas. Añadimos la gelatina disuelta a la crema obtenida con el queso y mezclamos bien. Desmoldamos el hojaldre y lo colocamos en la fuente donde lo serviremos. Rellenamos el hojaldre con la crema (foto 5) enrasándola con una espátula y lo metemos en el frigorífico al menos 10 horas. Pasado el tiempo para que cuaje, decoramos la tarta con mermelada de frutos del bosque o de cualquier otro tipo de fruta roja (arándanos, fresas, frambuesas, moras,...) (foto 6).



Como decía antes, si utilizar el hojaldre no nos llama, está la solución fácil. Podemos hacer la base con galletas María y mantequilla. Machacamos 20 de galletas y derretimos 100 g de mantequilla (cantidades que uso para un molde de 26 cm de diámetro), los mezclamos y echamos la masa obtenida en el fondo del molde forrado con papel de horno. Para dejar la base lo más igualada posible podemos usar el culo de un vaso. Mucho más fácil, pero con el hojaldre la tarta gana mucho más.

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