martes, 13 de noviembre de 2012

Bizcocho extralimón

Hace mucho que no subo ninguna receta. Pero, visto el resultado tan exitoso que ha tenido en casa este bizcocho, no puedo hacer otra cosa que compartir con todos esta receta que me ha pasado María, amiga con la que he compartido clases de italiano y profesora en Turín y con la que comparto la afición por la cocina. A ella se la ha pasado una de sus compañeras de trabajo. Y es tan fácil de hacer y de sabor tan espectacular, que merece la pena prepararla.
 
 
 
Aviso: es apta sólo para amantes del limón, va cargadita de sabor, por eso me he permitido bautizarla como "bizcocho extralimón". Vamos allá.
 
INGREDIENTES:
 
La receta original lleva estas proporciones:
3 huevos
3 limones grandes
250 g de mantequilla
250 g de azúcar
250 g de harina
1/2 bolsa de levadura para dulces
70 g de azúcar glassé + 4 cucharadas más
otro limón para decorar
 
Pero, siguiendo las proporciones que propone María en su versión, yo utilicé 150 g de mantequilla, porque tampoco me gustan los bizcochos demasiado untosos; 150 g de azúcar, para que no saliera tan dulce y la acidez del limón se mantuviera; la bolsa entera de levadura y, además, harina de fuerza, para que subiera bien.
 
PREPARACIÓN:
 
Precalentamos el horno a 160-165ºC.
Rallamos la piel de los 3 limones. Lo mejor es utilizar un rallador que tenga los cortes muy finos, de manera que rallemos la parte amarilla y no la parte blanca de la piel, porque ésta, amarga.
En un bol batimos los huevos con el azúcar hasta conseguir una crema blanquecina (yo lo hice con mi batidora-amasadora eléctrica, pero a mano, sale igual).
Exprimimos medio limón.
Derretimos la mantequilla en el microondas (cuidado, necesitará poco tiempo) y la añadimos a la crema de huevo y azúcar, junto a la piel rallada de los limones y el zumo del medio limón y mezclamos bien.
En un cuenco mezclamos la harina con la levadura y la vamos añadiendo poco a poco a la mezcla anterior mezclando con suavidad.
Cuando hayamos añadido toda la harina y obtengamos la masa final. Untamos el molde con un poco de mantequilla. Si el molde es rígido, es mejor espolvorear un poco de harina por encima para que después sea más fácil desmoldar el bizcocho. Yo he utilizado uno de silicona, así que con la mantequilla, es suficiente.
Vertemos la masa en el molde y enrasamos la superficie.
 
 
Metemos el molde al horno, durante 40 minutos. En mi caso el tiempo fue exacto, pero conviene controlarlo para que no se queme el bizcocho.
 
 
Una vez que el bizcocho esté listo, exprimimos los 2 limones y medio restantes. Apartamos 4 cucharadas de zumo a un vaso.
Añadimos 4 cucharadas de azúcar glassé al resto del zumo de limón. Hacemos unos agujeros en la parte de arriba del bizcocho (yo he usado la punta del tenedor de trinchar, pero ahí vale la imaginación o los medios de cada uno: un pajita, un palito de brocheta, el mango de un pincel de cocina,...) y vamos metiendo el zumo de limón en los agujeritos. Yo he usado una jeringuilla de plástico (ventaja de ser madre, que como en cada caja de Dalsy viene una jeringuilla, yo me guardé una sin estrenar para estas cosas), pero podéis intentarlo con una cucharita. Así, empapamos por dentro el bizcocho con el zumo.
 
 
 
Por último, preparamos la glasa para cubrir el bizcocho. A las 4 cucharadas de zumo de limón que hemos apartado, le añadimos 70 g de azúcar glassé. Removemos bien hasta conseguir una pasta blanca que verteremos sobre la superficie del bizcocho.
 
 
Para decorar el bizcocho, yo corté un limón en zig-zag para colocarlo en el centro, pero cada cual puede decorarlo a su gusto :D
 
Repito que es un bizcocho con mucho sabor a limón, así que avisados quedáis ;-)

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