jueves, 6 de noviembre de 2014

Venus de noche

Hoy ha llegado a mis manos el libro "Venus de Noche" que recopila veintiún relatos eróticos seleccionados a través del concurso homónimo que organizó Ediciones Rubeo.



Entre estos relatos, como ya dije en agosto en otro post, nada más saberlo,  (http://elarcondelasmilcosas.blogspot.com.es/2014/08/el-hijo-de-la-nodriza.html), se encuentra el mío titulado "El hijo de la nodriza", un relato ambientado en el siglo XVII en el que protagonista es un niño... Si sentís curiosidad, podéis comprarlo en la web de La Casa del Libro. El link directo es http://www.casadellibro.com/libro-venus-de-noche/9788494212895/2403017. Si lo compráis, espero que disfrutéis con la lectura no sólo del mío, sino de todos los relatos.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Nadie en la vida

Me ha costado muchos años, pero por fin me he dado cuenta de que no voy a ser nadie en la vida. A ver, me refiero a nadie importante, léase Infanta, Ministra o Presidente del Gobierno (¿o se dice Presidenta?), por ejemplo. No es que aspire yo a tan altos cargos, eso que quede claro, pero oye, a veces las cosas suceden sin que uno las vaya buscando.

Y sí, he llegado a esta conclusión porque sencillamente no doy el perfil para ocupar esos puestos. No, tendré un currículum muy bonito con toda mi formación y mi experiencia recopiladas, pero hay que tener un arte especial del que yo, está claro, carezco. Para ello hay que dominar alguno de los siguientes palos:
·         Utilización de eufemismos: “hilillos de plastilina” por chapapote, “desaceleración” por crisis, “la persona por la que usted se ha interesado” por Rodrigo Rato, “este señor” por Francisco Granados o “algunas cosas que están pasando” por los casos de corrupción dentro de un partido son ejemplos de cómo llamar a las cosas y a las personas sin nombrarlas quitándole hierro al asunto, como si el tema no fuera conmigo y aquí no estuviera pasando nada. Yo tengo la costumbre de llamar a las cosas por su nombre y a las personas también. Punto en mi contra.
·         Pérdida de algún sentido o capacidad: de la vista para no ver ningún movimiento sospechoso: entrega de sobres, maletines o tal en las sede de tu partido, coches nuevos en el garaje de casa o negocios extraños de tu pareja; del oído para poder pasar delante de los periodistas y tener excusa para no escuchar sus preguntas, probablemente impertinentes; o, en su defecto, del habla para que, aún escuchando dichas preguntas, no se pueda responder. Otro punto en mi contra, hace unos días vi un Jaguar en el garaje. No es de mi marido, es del vecino de la plaza de al lado de la mía, pero vaya, que no me ha pasado desapercibido entre los veinte o veinticinco coches que veo desde mi plaza.
·     Pérdida de memoria: cada noche hacer un formateado del disco duro del cerebro, hay que olvidarse de todo lo visto, oído, leído o firmado para después poder decir: “no me consta”, “no lo sé”, “no me acuerdo” o “esas cosas las llevaba mi marido”. Otra punto que pierdo, llevo en el bolso una libreta para apuntarme las cosas que no quiero que se me olviden, aich, qué mal voy.

Y hay más, pero no sigo escribiendo, que mi marido está en la puerta con unas bolsas de basura y voy a ver si las lleva llenas de billetes y se va a Andorra o si sólo baja a los contenedores. Por si acaso, que nunca se sabe.


sábado, 13 de septiembre de 2014

Mamás el primer día de colegio

He sacado esta clasificación de mamás del muro de Facebook de una mamá que conocí en Italia. Ella, a su vez, lo cogió de una tal Elisa Di Franco, que no sé si es la autora, pero a la que pido permiso desde aquí para traducirlo. Sólo he cambiado alguna cosa que aquí no tiene sentido o no se entendería y me he tomado la licencia de añadir los dos últimos tipos de mamá. Habrá más, pero no se me ocurren. Y es que el lunes empieza el cole y voy a fijarme en qué tipos veo, jeje.
Imagen tomada de mimamatieneunblog.com
El primer día de colegio es una gran emoción para pequeños y grandes, pero que no impide que notemos algunos ejemplares de mamás realmente curiosos.
La “Dolorosa” o mamá sufridora
Es el ejemplar más común y más típico, y recuerda a aquellas viejas películas en blanco y negro en las que las madres se despedían de los hijos que iban al frente, a base de lágrimas y gemidos.
La “Líder” o mamá delegada
Conoce a todos: profesores, bedeles, padres, madres y hasta a los niños. Lleva bajo el brazo una carpeta con el proyecto de una fiesta de principio de curso con fotocopias para todos los presentes.
La mamá nazi
Un único movimiento de cabeza y su hijo, hasta ese momento reticente, se pone firme y va disparado hacia la entrada del colegio, con la mirada resignada y triste. Satisfecha, ella mira con desprecio a las demás madres que sujetan a niños llorosos y se va con paso firme hacia su coche.
La mamá Sarah Jessica Parker
Además de estar siempre divina, la mamá Sarah Jessica Parker se toma el primer día de colegio como un gran evento social, o puede que como una interesante ocasión para echar el lazo a algún fascinante papá con barriguita y calvicie. Seguramente se habrá levantado a las cinco para cuidar cada detalle de su look: desde el peinado al maquillaje pasando por el outfit (elección más tipica: tejanos una talla menos y taconazos). (Conste que yo no estoy de acuerdo con buena parte de esta descripción)
La mamá zombie
El hecho de que tenga también otro hijo recién nacido es la razón de su aspecto agonizante: color grisáceo, bolsas XXL, mirada perdida en el vacío como si no hubiera dormido desde hace meses (y probablemente sea así). Acompañar al mayor en el primer día de colegio parece claramente superior a sus fuerzas: en cuanto suena el timbre, se arrastra hasta su coche, a dormir.
La mamá paparazzi
Una loca que no deja respirar a su hijo armada con parafernalia fotográfica de última generación: ponte allí, a ver, sonríe, espera que tienes mal el pelo, otra, que has cerrado los ojos, y ¿quieres estarte quieto?
La million­baby mamá
Llega rodeada de un enjambre de niños: suyos o no, no es fácil saberlo, lo que cuenta es que parece estar tan a gusto y exhibe la sonrisa de quien por fin ha descubierto la clave de la perfecta organización (¿drogas duras?).
La mamá deportista
En plan gimnástico, llega en bici después de haberse levantado a las seis para su habitual carrerita matinal. O simplemente es una pobre diabla que no sabía qué rayos ponerse.
La mamá comfy chic
A las madres de uno o más hijos se les concede un poco de dejadez: lo sabe bien la mamá comfy chic, que con la máxima del “no me interesa” se presenta en pantalón de pijama, el forro polar del marido y los pelos sin peinar sujetos con una pinza rosa. ¡Con un par!
La mamá que llega tarde crónica
Irrumpe cuando el timbre hace rato que ha sonado y, en pleno sprint, se lleva por delante niños y sillitas de bebés, blasfemando por haberse olvidado el almuerzo, el móvil, las llaves de casa,… Más vale tarde que nunca.
La mamá despistada
Jura que no le llegan los mails ni las circulares que llegan al resto de familias. Acaba de enterarse de que ya hubo una reunión. No sabía qué libros había que comprar y, por supuesto, no ha inscrito al niño a las extraescolares porque nadie le avisó de que había que hacerlo en junio. No tiene cura.
La mamá desnaturalizada
Es la antítesis de la “Dolorosa”, no veía la hora de que empezara de nuevo el cole y, en cuanto los niños estén en la fila con las profesoras, se irá a tomar un café con otras mamás alegrándose de no tener que estar diciendo a nadie que no grite en la cafetería, que no corra que molesta a los demás clientes o que no le va a comprar un refresco porque no ha merendado bien.

Y tú, ¿qué tipo de madre eres?

domingo, 24 de agosto de 2014

Te lo dije

Antes de que me publiquen el relato "El hijo de la nodriza" del que os hablo en la entrada anterior, subo el relato que publiqué en el libro "Tic tac tic tac", el libro anual de la Escuela de Escritores del que ya os hablé en otra entrada. El relato se titula "Te lo dije" y en él, una madre un tanto "perjudicada" habla a su hijo. Espero que os guste.

Foto de la película Bates Motel (2013) tomada de es.paperblog.com

te lo dije
Yolanda Gil Jaca
Tarragona, España
A José Luis. Por el pasado, el presente y el futuro

TE LO DIJE
Mira que te lo dije, Germán, que esta chica nos traería problemas. Pero tú, ni caso, erre que erre, detrás como un perrillo. Lo sabré yo, que te he parido, que como se te ponga una idea en la cabeza, no hay manera. ¿Creías de verdad que te tomaba en serio? Claro, ¿cómo no? Ya se dio ella cuenta rápido de lo bobalicón y calzonazos que eres. ¿Para qué te quería? Germán acércame a casa. Germán préstame algo de dinero. Para aprovecharse. Te lo dije. Y cuando ya no te necesitase, te tiraría como una colilla. Si le hubieras interesado, no habría pensado en irse. A saber en qué cosas sucias estaba metida.
Pero mírala bien, a mí me parece un sarmiento, que ni tiene carne de donde agarrarla. A ver, explícame qué veías en esa chica. Además, trabajando de noche. Si todas esas se prostituyen, que yo lo sé. Eso no es un trabajo para una mujer como Dios manda. Pero, aunque te lo dije, te dejaste engatusar. ¿Con esta facha que tienes, qué te creías, que la ibas a enamorar? Y ella, mírala, con esa melena larga y morena y siempre con minifalda y buen escote. ¿No podía tener al hombre que quisiera? Y te iba a querer a ti, que siempre has sido un vergonzoso y ni tienes conversación ni nada. Mil veces te lo he dicho, que son todas unas lobas, que sólo buscan sacar los cuartos. Cansada estoy de decirte que la única que te va a querer de verdad soy yo.
Con todo lo que he sufrido y me he sacrificado por ti y no me das más que disgustos. Sí, me enfado, claro que me enfado, no me gusta que me desobedezcas. Pero, bueno, todos podemos equivocarnos y yo te perdono. Eres débil, ¿qué le vamos a hacer? Débil como todos los hombres, igual que tu padre.
Sí, sí, igual que tu padre. Lo sé, lo sé. Tú nunca me traicionarías como hizo él. Pero, ¿tengo razón o no? Que no veis más allá. Que se os pone delante cualquier furcia y os cegáis. Os la ponen dura y, ¡hala!, hacen con vosotros lo que quieren. ¡Qué majaderos sois!
Anda, ven aquí, ven. Deja de llorar, hombre, que no es para tanto. Menos mal que estoy yo aquí. Ya lo sé, ya, no has podido controlarte, que te provocaba y luego no te daba nada, pero, ¿te lo dije o no, que nos traería problemas? Mira, ella solita se lo ha buscado, tú sólo le has dado su merecido. Vamos, quítate esa ropa que te la lavo en un momento y date una ducha.

Y sobre todo, trata de tranquilizarte, por Dios, Germán. Y de llamar a la Guardia Civil, nada. ¿Qué quieres? ¿Que te metan en la cárcel? Si nadie os vio cuando se subía a tu coche y dices que se había despedido del bar, ¿quién demonios se va a preocupar de saber dónde está? Nada, hombre, esto lo solucionamos nosotros, como hice yo con tu padre. Venga, ve a ducharte que yo envuelvo a la zorra ésta en una manta. Y luego cava una zanja, que yo te voy lavando la ropa y limpio el coche. Pero ni se te ocurra hacerla cerca de la que cavé para tu padre. No. A ver si le vamos a poner una ramera al lado después de muerto, para que siga disfrutando, el hijo de puta. Hazla en la parte de más aquí de la huerta. Y ahí que se pudra. Pero, vamos, espabila, que se nos echa encima el día.

El hijo de la nodriza

El viernes recibí la estupenda noticia de que un relato de género erótico que envié al I Certamen Internacional de Relato Erótico "Venus de Noche" (http://edicionesrubeo.blogspot.com.es/2014/04/i-certamen-internacional-de-relato.html), organizado por Ediciones Rubeo ha sido seleccionado para ser publicado.

El libro del que formará parte contará con los siguientes relatos:
-A través del crital. Carmen Herrera Pagán.
-Amante verosímil. Ángel Peral San Emeterio.
-Brillantes uñas nacaradas. Roberto Guillén Alonso.
-El callejón de Arbalan. Virginia Cortés Moncó.
-El ajetreo del mercadillo. Raúl Mateos Barrena.
-El corrector, la tienda de campaña y el tallo de jade. Santiago Rodríguez.
-La amante de los espíritus. Ricardo Giráldez.
-La chistera de la imaginación. Rosa Mª Valle Álvarez.
-Las 19. Sara Ramírez González.
-Masturbación de una lectora. David Casado Aguilera.
-Miénteme, que te creo. Antonio Sachs.
-Los amores juveniles. Enrique Ignacio Zaldívar.
-Un metro llamado deseo. Teresa Fonollosa García.
-Un día cualquiera en la vida del hombre araña. Antonio Trujillo.
-Vestida con mi piel. Encarna Magín.
-Eros en el acantilado. Antonio Gómez Hueso.
-180º. Elena Puchalt.
-El hijo de la nodriza. Yolanda Gil.
-En la piel. Blanca del Cerro.
-Ginebra. Héctor Hiroshi Muratalla.
-Metal y agua. Reyes Lucena.

Os dejo aquí el inicio de mi relato.


"No conocí a padre. Era Capitán de Infantería y murió en acto de servicio cuando madre estaba en cinta. En agradecimiento a los servicios prestados por él, a madre la invitaron a quedarse en la Corte y, después de que yo naciera, le ofrecieron un puesto de nodriza.
Tendría yo unos cinco años cuando un día de primavera un hombre y dos soldados se presentaron en casa.
—Es la hora —dijo el hombre a madre.
Ella se apresuró a recoger algunas cosas, me tomó de la mano y salimos. Los soldados nos escoltaron hasta palacio, yo iba asustado y sin soltarme de madre. Allí nos acomodaron en una alcoba en el ala donde residía la Reina."


El erotismo no aparece hasta dentro de unos párrafos, está claro, pero quien tenga curiosidad, tendrá que esperar a que el libro vea la luz.


Imagen tomada de www.histgueb.net

viernes, 27 de junio de 2014

Tic tac tic tac

El sábado pasado se celebró en la Sala Clamores, de Madrid, la fiesta de fin de curso de la Escuela de Escritores. La fiesta sirve además para presentar el libro anual en el que participan los alumnos de la misma. Este año el libro se titula Tic tac tic tac y participo en él con mi relato Te lo dije. Para los alumnos de los cursos on line de la Escuela la fiesta es la oportunidad de conocer en persona a compañeros y profesores, de poner voz a esas caras que figuran en nuestros perfiles dentro del campus de la Escuela. En mi caso, tuve la oportunidad de conocer a Berna Wang y a Clara Redondo, mis dos primeras profesoras, con las que hice los cursos de Escritura Creativa y a una de mis compañeras del año pasado, Anabel Baños. 
Portada del 11º libro de los alumnos de la Escuela de Escritores

El libro tiene prólogo de Clara Redondo, en cuyo curso escribí el relato que publico en este libro, y recopila 150 (si la cuenta no me falla) relatos breves y poesías de alumnos de la Escuela. Más de 400 páginas en las que hay todo tipo de géneros, historias, narradores y personajes.


Más adelante lo publicaré en el blog.

jueves, 8 de mayo de 2014

La mujer campana

Yo tendría que estar haciendo un ejercicio de mi curso, pero estoy escasa de inspiración, así que he recuperado esta tontería que escribí hace casi un año, para el curso que hacía entonces. Un poco de ironía ahora que ha llegado el buen tiempo y empezaremos a pensar en destaparnos un poco.

Llegó el verano y, con él, el momento de lucir palmito y destapar nuestros cuerpos. Y también llegó el momento en el que se nos cae el alma a los pies al vernos ante el espejo. Los “estragos” de la edad, los embarazos y el relax que supone ir tapada de cabo a rabo todo el invierno ahora saltan escandalosamente a la vista.
Me probé el bikini que tenía. Bueno, podría haber sido peor. De momento, no reventaba y eso ya era mucho. Me convencí de que una vez depilada y con un poco más de color, hasta me vería bien.
Repasé el armario y vi que necesitaba alguna cosa. Así que salí a comprarme ropa, nada del otro mundo, entre otras cosas, unos simples pantalones cortos, que me llegaran hasta por encima de la rodilla para ir fresquita. Pero cuál fue mi sorpresa al comprobar que este año no se llevan. Vaya. No, se llevan los shorts, o sea, cortos cortísimos. ¿A dónde voy yo ahí metida? Bueno, metida me gustaría estar, porque en esos pantaloncitos me salgo por todas partes. Me probé unos y me vi fatal, ridícula. De verdad, un horror: mi barriga, que se dio de sí tras los embarazos, se descolgaba en caída libre por encima del tiro bajo; mis posaderas, rebosaban, de acuerdo con mis caderas, y parecía que llevase la luna llena colocada en la parte baja de mi espalda; y los muslos, que un día fueron firmes, lucían de punta a punta gracias a la poca tela del short, cubiertos de piel de naranja y de arañitas vasculares. Me pateé toda la zona comercial y no hubo manera.
—Las tendencias de esta temporada son estas —me dijo la dependienta con cara de aburrimiento y con toda la desgana del mundo, como si llevara trabajando una vida entera, y seguramente llevase… ¿un mes? Me echó un vistazo de arriba abajo, creo que me pesó y me tomó las medidas mentalmente y, torciendo el morro, añadió—. Es lo que hay.
Foto tomada de www.comprasdemoda.com

Vale, entendido, me lo tenía que decir la niñata de la tienda para que yo me cayera del guindo. “Es lo que hay, si no cabes, te buscas la vida en las tallas grandes o en moda para señora, porque en las tiendas que marcan tendencia, es lo que hay”.
Me puse de muy mala leche. De nuevo caí en la cuenta de que me tengo que vestir como me mandan los que marcan las tendencias. Me pregunto si los diseñadores no tienen un puntito misógino. Creo que nos odian, bueno, no sólo a las mujeres, también a los hombres. Esas ropas tan entalladas y ajustadas. Esa manía de fabricar sólo tallas para esqueléticos. XS extra small. Piensan sólo en jovencitas muy delgadas. ¿No se han fijado en que la inmensa mayoría somos gente normal? Conclusión: los diseñadores están amargados y enfadados con el mundo.
Me planteé comprarme cremas reductoras, hacer dieta o apuntarme al gimnasio. Luego recapacité. No soy lo bastante constante para obtener resultados con las cremas; me falta fuerza de voluntad y me gusta demasiado cocinar y disfrutar de lo que preparo como para hacer dieta; y el gimnasio,... eso de pedalear en una bici que no me lleva a ninguna parte, rodeada de gente obsesionada por esculpir músculos, no me llama. Conclusión: no hay remedio.
Había que reconocerlo, me había pillado el toro, no me había cuidado nada. Soy una mujer de cuarenta años del montón. ¿Tendré que empezar a cambiar de estilo? Me vi yendo a comprarme camisas grandes que hicieran de campana sobre mis curvas y mallas ajustadas que convirtieran mis piernas en el badajo de la campana. Me fui a casa más cabreada que deprimida por no haber encontrado nada que comprarme. No era culpa mía, sino de los malditos diseñadores de moda y de las diabólicas tiendas esclavizadoras.
Lo dejé correr y tiré con la ropa que pude salvar del armario. Pero hoy iba en el autobús y he visto un maniquí en un escaparate con los pantalones cortos que yo buscaba. Por un momento he pensado en bajarme en la siguiente parada y volar a comprármelos. Pero no, he seguido con el plan de la mañana y, al terminar, me he acercado hasta la tienda. Iba cruzando los dedos, porque ayer empezaron las rebajas y temía que hubieran volado mientras resolvía mis asuntos. Sin embargo he tenido suerte y he salido de la tienda con mis ansiados pantalones cortos que algún diseñador de tercera hizo pensando en la gente normal.
           Para el año que viene prometo enmendarme: durante el invierno me cuidaré más, iré a todas partes caminando en lugar de coger el coche o el bus, subiré por las escaleras en vez de usar siempre el ascensor y haré alguna abdominal. Este año me he salvado de convertirme en la mujer campana, pero está claro que no puedo bajar la guardia. Para el año que viene, espero salvarme también, sea porque me he cuidado, sea porque otro diseñador de tercera piense en mí o sea porque los diseñadores marca-tendencias se acuerden de que venderían más si pensaran en la gente normal que no quiere convertirse en mujer campana.

lunes, 14 de abril de 2014

Tarta de pañales

Esta entrada es un tutorial sencillo sobre cómo hacer una tarta de pañales. Están de moda y como acaba de llegar una nueva primita a la familia, he pensado que a mis peques les haría ilusión llevarle esta tarta.


Para ser la primera que hago, me ha quedado bastante decente y me ha parecido fácil y rápida de hacer. Me ha costado menos de una hora.

Materiales necesarios:
Una bandeja de cartón y blonda de papel para tartas (yo la elegí rectangular y la compré en un chino, pero también veréis tartas redondas en otros tutoriales).
Un paquete de toallitas (este es triple, perfecto para hacer de relleno).
Hilo de cocina o gomas elásticas.
Un paquete de pañales. En mi caso he utilizado 38 pañales de la talla 2 (3-6 Kg), que la bebé está recién nacida.
Una caja (de zapatos o de lo que tengáis) de menor tamaño que el paquete de toallitas.
Cinta decorativa de raso o de plástico (en mi caso, rosa, que es una niña).
Cinta adhesiva normal y de dos caras y tijeras.
Un rollo de celofán para el envoltorio.
Y, claro, algún regalito.

PASO 1:
Pegamos la blonda a la bandeja con unas tiras de adhesivo de doble cara. Después colocamos el paquete de toallitas centrado y lo fijamos también con cinta adhesiva. Yo he utilizado las toallitas para llenar más rápido la bandeja, pero podemos usar una caja vacía o simplemente más pañales.


PASO 2:
Enrollamos los pañales uno a uno y los sujetamos con hilo de cocina o con una goma elástica para que no pierdan la forma.


PASO 3:
Vamos colocando los pañales enrollados alrededor del paquete de toallitas. En mi caso no ha hecho falta que los sujetara porque encajaban perfectamente en el hueco. En caso de que no suceda, hay dos maneras de mantenerlos en pie. La primera es fijándolos con un poco de cinta adhesiva de doble cara a la blonda o al paquete de toallitas. La segunda es colocar una goma elástica grande alrededor del paquete de toallitas e iremos metiéndolos entre la goma y el paquete.


PASO 4:
Una vez que hayamos llenado toda la bandeja, sujetamos el conjunto con cinta decorativa, lo más apretada posible para que los pañales se sujeten bien. Para cerrarla, yo he usado cinta adhesiva de doble cara y la normal.


PASO 5:
Colocamos sobre el paquete de toallitas la caja vacía y la fijamos con cinta adhesiva de doble cara.


PASO 6:
Colocamos más pañales en el segundo piso de la tarta alrededor de la caja. 


PASO 7:
Una vez completado el segundo piso de la tarta, sujetamos el conjunto con cinta decorativa como hemos hecho en el primer piso. Como no me encajaban perfectamente, el primer piso se ha abierto un poco, por lo que le he colocado una segunda cinta de modo que quedara más sujeto.


PASO 8:
Ponemos en la caja los regalos que tengamos para el bebé.


PASO 9:
Envolvemos la tarta en celofán y le hacemos un lazo. Lista para entregarla a la mamá.


martes, 1 de abril de 2014

Pobreza, Montoro y la realidad

Hace unos días Cáritas publicó un informe en el que España queda en el segundo puesto de la Unión Europea con el mayor índice de pobreza infantil (http://www.huffingtonpost.es/2014/03/27/story_n_5041394.html , si queréis saber más). Esta noticia viene a sumarse a lo que vemos todos los días por la calle, sí. El panorama es deprimente. Aunque nos estén diciendo que el país ya empieza a recuperarse, es imposible creérselo. Hablan en términos de macroeconomía, ya, bueno, ¿y? A nosotros eso no nos afecta, ni directa ni, por supuesto, indirectamente. A pie de calle eso no se refleja. Y los políticos no lo ven porque no la pisan, dudo mucho que se paseen por el centro de sus ciudades. De hecho vamos de mal en peor. Basta salir a la calle y fijarse.

Imagen tomada de www.tercerainformacion.es

En una sola mañana y en un recorrido que he hecho caminando por el Carrer Colom, la Rambla Nova, Carrer Unió, Carrer Comte de Rius y Plaça de la Font he contado siete personas o parejas pidiendo: una pareja que decían ser españoles y pedían porque no tenían tampoco familia que les ayudara; una chica con dos perros; otro chico con un perro; una anciana extranjera que siempre está medio tirada en la misma esquina lamentándose a gritos; dos tipos que pedían tabaco “aunque sea un cigarro para los dos”; una chica que tocaba el violín y una señora jubilada que ofrece paquetes de pañuelos de papel a cambio de la voluntad porque su pensión es muy pequeña. Además, había un hombre desaliñado recogiendo colillas de cigarros no apurados que la gente había echado a los pies de varios árboles. Delante de la sede (cerrada al público pero con trabajadores todavía dentro) de la caja de ahorros provincial (absorbida por un banco) había medio acampado un grupo de unas veinte personas protestando contra los desahucios haciendo el máximo de ruido posible. Esto antes no ocurría.

Y no sólo se nota en el centro de la ciudad. En nuestro barrio, a la hora de salida del colegio, ya han robado dos veces, aprovechan el desorden de gente y coches para reventar el cristal y llevarse el bolso de la madre confiada que lo deja porque vuelve en unos minutos. En un solar que se iba a construir, queda el contenedor-oficina de ventas, desde hace un par de meses lo han ocupado, son al menos dos personas que han forrado los cristales con papel y viven dentro. Y, para terminar con el recuento de ejemplos, hace dos semanas entraron a robar en algunos trasteros de nuestra comunidad de vecinos. No se llevaron ni bicicletas ni nada a lo que después se le pueda sacar un rendimiento en metálico. Robaron comida.

Así que, cuando sale el Ministro Montoro diciendo que el informe de Cáritas “no se corresponde a la realidad” (http://www.elmundo.es/espana/2014/03/28/53359801e2704e48078b4570.html), me dan ganas de estamparle un buen guantazo en toda la boca. Claro, no se corresponde con su realidad, que no es la nuestra. ¡Qué rabia da esta gentuza!

viernes, 21 de marzo de 2014

Día Mundial de la Poesía / Giornata Mondiale della Poesia



Hoy es el Día Mundial de la Poesía y yo, que me apunto a un bombardeo, he participado en el "Vermut Poètic" que ha organizado la Biblioteca Municipal de Tarragona y el Consorci per a la Normalització Lingüística de Tarragona leyendo en euskera la poesía "Hitz biluzia soilik", traducida de "Tan sols la paraula nua" de Montserrat Abelló. Transcribo aquí la poesía en catalán (original) y las traducciones al castellano, al italiano y al eukera.

Oggi è la Giornata Mondiale della Poesia e io, che sono sempre disponibile, ho partecipato nel “Vermut Poètic” che hanno organizzato la Biblioteca Comunale di Tarragona e il Consorzio per la Normalizzazione Linguistica di Tarragona leggendo in euskera (la lingua della regione dove sono nata) la poesia “Hitz biluzia soilik”, tradotta di quella originale in catalano di Montserrat Abelló detta “Tan sols la paraula nua”. Vi scrivo qui la poesia in catalano, in spagnolo, in italiano e in euskera.
TAN SOLS LA PARAULA NUA
Tan sols la paraula nua
la teva, mai la d’un altre,
la que reflecteix una vida
dins d’una solitud
curulla de promeses,
on tot és possible.
 
S’esvaneixen els dubtes
la foscor claror es torna
i els sols variants i múltiples
cauen damunt cada mot,
el cobreixen i donen força.
 
Enllà d’aquest ser-hi
tan precís que
s’allarga en el contingut
de cada paraula clara.
 
Com ho és la poesía.
 
TAN SOLO LA PALABRA DESNUDA
Tan solo la palabra desnuda,
la tuya, nunca la de otro,
la que refleja una vida
en una soledad
rebosante de promesas,
donde todo es posible.
 
Se desvanecen las dudas
la oscuridad claridad se vuelve
y los soles variables y múltiples
caen sobre cada expresión,
la cubren y dan fuerza.
 
Más allá de éste estar ahí
tan preciso que
se alarga en el contenido
de cada palabra clara.
 
Como lo es la poesía.
SOLTANTO LA NUDA PAROLA
Soltanto la nuda parola,
quella tua e di nessun altro,
quella che rispecchia una vita
in una solitudine
colma di promesse,
in cui tutto è possibile.
 
Si dissipano i dubbi,
il buio cede al chiarore
e i cangianti e molteplici soli
calano sull’espressione,
per ricroprirla e fortificare.
 
Oltre questo esserci
talmente preciso da
allungarsi nel contenutto
di ogni chiara parola.
 
Così è la poesía.
HITZ BILUZIA SOILIK
Hitz biluzia soilik,
zeurea, sekula ez beste inorena,
bizitza bat islatzen duena
bakardade baten baitan
promesez mukuru,
zeinetan dena posible den.
 
Zalantzak dira ezabatzen,
ilunak argi da bilakatzen
eta eguzki anitzak eta aldakorrak
dira jausten hitz bakoitzaren gainera
indartuaz, estaliaz.
 
Izate honen haratago
hain zehatza non
hitz argi bakoitzaren
barrutien luzatzen baita.
 
Poesia den bezala.
Las traducciones son de Carlos Vitale (Castellano), Francesco Ardolino (Italiano)y Maite González Esnal (Euskera).

sábado, 4 de enero de 2014

Aunque la mona se vista de seda...

No me gusta criticar a la gente por su apariencia, pero algunos van provocando, no con su aspecto, sino con su actitud. Y todo sumado, en fin, da para un post.
 
El jueves fuimos a Port Aventura y, aunque no había mucha gente, en algunas de las atracciones infantiles tuvimos que esperar un poco para poder subir. Hasta aquí todo normal. En un momento dado coincidimos con una familia con "pase express". En la primera atracción se montaron justo después de nosotros. En la siguiente, también. En la tercera, mientras hacíamos cola, ellos pasaron delante y el padre nos echó una sonrisa triunfal. Yo me quedé flipada, ¿se había picado con nosotros y no nos habíamos dado cuenta? Parece que sí, porque cuando bajaron de la atracción, de nuevo, nos miró con una actitud de superioridad tremenda que no produjo en mí el efecto que él esperaba, envidia o inferioridad, sino bastante lástima.
 
 
Porque entonces me fijé en su aspecto. Lucía el chandal de "Los Ángeles Galaxy" en su cuerpo que, desde luego, no era de deportista, con unas zapatillas deportivas llamativas a tope y un gorrito de esos de punto que está de moda, que llevan los famosos y que, por Dios, parece que se hayan quedado sin lana a mitad del gorro porque más que un gorro parece un casquete. En conjunto, lo dicho, dejaba bastante que desear en cuanto a estilo y clase. Y es que está claro que el dinero no lo puede comprar todo y que no a todo el mundo le sienta bien el chandal, por muy de los "Galaxy" que sea. Aunque la mona se vista de seda y lleve colgado del cuello el "pase express", mona se queda.